Una "Joya" de contaminación

* Chancherías clandestinas y agua contaminada en el distrito de La Joya.
* Más de 25 mil pobladores consumen agua contaminada del río Chili

Vistaprevia/Hugo Mendoza CH.

El olvido se ha apoderado de La Joya. Aunque ya existen proyectos para mejorar el servicio de agua potable, por el momento éste es deplorable y a ello se suma la existencia de chancherías clandestinas que generan contaminación y la protesta de los pobladores.
En La Joya no sólo consumen aguas servidas que lleva el río Chili desde hace más de dos décadas, sino que soportan a diario los horribles olores que provienen de las chancherías.
Es el caso de Los Rosales, un pueblo joven que no cuenta con servicios básicos (agua, desagüe, luz) y que es el más perjudicado por el funcionamiento de corrales donde se cría gran cantidad de chanchos. Los Rosales está ubicado a escasos cinco metros de las chancherías.
Los otros sectores que también se ven perjudicados son: Marcos Jara, Mi Buen Jesús, Triunfo II, y La Victoria, todos integran el pueblo joven El Triunfo, y se encuentran en el cruce del pueblo tradicional de La Joya.
Vistaprevia viajó hasta ese distrito el pasado jueves. Las casas de esteras y denso polvo nos dieron la bienvenida y a medida que nos acercábamos al pueblo joven Los Rosales el olor que emanaban las chancherias era insoportable.
“Así no se puede vivir ni se puede comer por ese olor”, nos contó Valeriana Quispe, vecina cuya vivienda es la más cercana a la chanchería.
Agrega que sus hijos paran más en el centro de salud que en su casa. Es que en Los Rosales los niños son las principales víctimas de las infecciones diarreicas.
Para el secretario del Frente de Defensa de los Intereses de La Joya, Roberto del Carpio Salinas, las chancherias debieron ser cerradas hace seis meses.
“Se firmó un acta de compromiso entre el dueño de la chanchería, Carlos Castillo, el alcalde y la población, donde se daba el compromiso de cierre de ese local”, refirió.
El documento fue suscrito en julio del año pasado. Ha pasado un año y la autoridad de La Joya no ha tomado las medidas del caso.
Según el dirigente de El Triunfo, Óscar Torres Espinosa, el alcalde del distrito, David Inofuentes Mamani, no tiene el propósito de cerrar las chancherías. “El acta de compromiso sólo es un saludo a la bandera, no hay intención”, dijo.
A pocos metros de las chancherías se ubican tres pozos donde se arrojan los desperdicios con los que se alimentan a los porcinos. Son focos infecciosos de gran magnitud que tienen en jaque a los 15 mil pobladores de la zona.
Además de las nubes de moscas que los moradores deben soportar en sus viviendas, tienen que consumir agua presuntamente potable, pero cuando ésta sale de los grifos o caños, despide un mal olor que la hace imbebible.
“No se puede tomar el agua que sale del caño, incluso después de que la hervimos mantiene ese olor horrible”, nos comenta una vecina.
Los habitantes de La Joya tienen puestas sus esperanzas en los trabajos que se realizan en Canauras (manantiales naturales que se encuentran a unos 5 kilómetros de La Joya). De concretarse esta obra de mejoramiento del sistema de agua potable y alcantarillado, el 80% de la población contaría con este servicio.
El presupuesto es de 3 millones 300 mil soles, y es financiado por el Shock de Inversiones del gobierno central y supervisado por el Gobierno Regional de Arequipa.

NI PARA EL CULTIVO
El drama del agua en La Joya alcanza a los agricultores, pues está tan contaminada que no es apta ni para el riego de los campos de cultivo. Sus productos se consumen en Arequipa, pero no pueden acceder a la exportación porque no cumplen las exigencias fitosanitarias (calidad y libre de contaminación).
Perú está a puertas de cerrar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Pero con productos que son regados con la cloaca de Arequipa, es difícil que los agricultores de La Joya puedan ampliar sus fronteras. Las aguas del río Chili llegan a ese distrito después de recibir la descarga del 90% de aguas servidas (desagües) de Arequipa a través del colector de Alata en Tiabaya.